La hipoteca nos facilita la financiación que necesitamos para comprar una casa. Se trata de un contrato que firmamos con el banco y que está repleto de cláusulas, condiciones y compromisos que debemos conocer al dedillo para no tener sorpresas. Además, contienen numerosos términos financieros que puede que nos resuenen al escucharlos. Pero, ¿sabemos realmente lo que son?

En este artículo nos vamos a centrar en el TIN y el TAE, te explicamos qué significan:

El TIN o Tipo de Interés Nominal

Es el Tipo de Interés Nominal y es lo que se abona al banco a cambio de que nos preste dinero. Es un indicador que sólo incluye el tipo de interés y no todos los gastos de la operación, por tanto nos dará una información parcial del coste de la hipoteca. 

La TAE o Tasa Anual Equivalente

Cuando hablamos de la Tasa Anual Equivalente, hablamos del coste de un producto financiero, como los préstamos, en este caso la hipoteca, incluyendo tanto el interés como los diferentes gastos y comisiones que conllevan. Este dato permite comparar entre diferentes hipotecas porque, cuanto menor sea la TAE, más barata será la hipoteca. Es el importe global.

Ya sabes, cuando tengas varias ofertas sobre la mesa, debes fijarte en esta tasa para comparar y ver cuál te conviene más. 

Hay que pensarlo bien porque la hipoteca significa un compromiso con el banco ya que contraemos una deuda con él. La garantía ante este compromiso son los recursos económicos del solicitante y el propio inmueble. 

Si estás buscando una hipoteca, te comentamos además, que atendiendo al tipo de interés, existen tres tipos diferentes:

-Hipoteca de interés variable: 

El tipo de interés está compuesto por un índice de referencia, normalmente es el euríbor, más un diferencial fijo. En este caso el tipo de interés se revisa normalmente cada 6 meses para reflejar los cambios en el índice de referencia. Lo que debes tener en cuenta, si optas por esta modalidad, es que tu cuota mensual aumentará cuando el euríbor suba y será menor cuando baje.

-Hipoteca de interés fijo:

Ni la cuota mensual ni el tipo de interés varían durante todo el plazo del préstamo. Todos los meses se abona la misma cuota, aunque los tipos de interés del mercado suban o bajen. En este tipo de hipotecas, el tipo de interés al que se ofertan suele ser más alto pero el plazo de devolución es menor, en comparación con las hipotecas a tipo variable. Además, se evita la incertidumbre ya que siempre se paga la misma cantidad al mes.

-Hipoteca con un tipo mixto:

Es la mezcla de las anteriores, de ahí su nombre. El tipo de interés es fijo durante una parte del préstamo y durante la otra parte es variable.

Si necesitas información y asesoramiento a la hora de buscar y comprar tu casa, podemos ayudarte. En Edify te aconsejamos sobre cómo elegir tu casa, la gestión de la hipoteca y la reforma en caso de que quieras adaptarla a tus necesidades.